La
convivencia supone tanto la relación con otros seres humanos como con el medio.
Es importante pensar que nuestra Tierra es el único lugar, por lo menos por
ahora, que tenemos para convivir. En este sentido, se hace necesario tener
conciencia y compromiso con el cuidado del medio, desarrollando un sentido de
pertenencia que nos una a nuestra Tierra, comprendiendo que es la única Patria
posible. Edgar Morin plantea que “nos
hace falta aprender a ser, vivir, compartir, comulgar también como humanos del
planeta tierra. No solamente ser una
cultura, sino también ser habitantes de la Tierra”. Ello supone desarrollar
una conciencia ecológica, es decir “la conciencia de habitar con todos los seres
mortales una misma esfera viviente” y una conciencia cívica terrenal es decir
“la responsabilidad y solidaridad para
con los hijos de la Tierra”.
“Referirse a la responsabilidad de los ciudadanos no
es lo mismo que referirse a sus obligaciones. (…) La responsabilidad va mas
allá de la obligación. Es una acción guiada por la conciencia y hasta puede ser
una acción que cuestiona las obligaciones impuestas por el Estado. (…) El
ciudadano actúa con responsabilidad cuando realiza ciertas acciones públicas
incluso cuando no está obligado a hacerlas. (…) Este tipo de responsabilidad hacia otros está en
la base del comportamiento solidario y se vuelve muy significativo en tiempos
difíciles. (…) La responsabilidad ciudadana es solidaria pues se aplica a los
asuntos que afectan a la comunidad. No es la responsabilidad individual referida
a los asuntos privados”
Schujman y Mazzeo
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